Técnicas quirúrgicas

blog

Técnica endoscópica en tumores hipofisarios: ventajas y recuperación

Tumores hipofisarios Málaga

En este post, te vamos a explicar cómo la técnica endoscópica ha revolucionado el abordaje de los tumores hipofisarios, ofreciendo una alternativa mínimamente invasiva a la cirugía tradicional. Este procedimiento permite a los neurocirujanos acceder a la hipófisis a través de las fosas nasales, evitando incisiones craneales y reduciendo significativamente el trauma quirúrgico. La evolución de esta técnica ha sido fundamental para mejorar los resultados clínicos y la calidad de vida de los pacientes, convirtiéndose en un estándar de oro en muchos centros especializados. 

¿Qué son los tumores hipofisarios?

Los tumores hipofisarios son crecimientos anormales que se desarrollan en la glándula pituitaria, una pequeña estructura ubicada en la base del cerebro, justo detrás de los ojos y debajo del hipotálamo. Aunque la gran mayoría de estos tumores son benignos (no cancerosos), pueden causar una variedad de problemas de salud debido a su ubicación estratégica y a la función de la hipófisis. Esta glándula es crucial para el control de muchas funciones corporales, incluyendo el crecimiento, el metabolismo, la reproducción y la respuesta al estrés, a través de la producción y liberación de hormonas. 

Los tumores pueden clasificarse en dos categorías principales:

  • Tumores funcionantes: producen un exceso de una o más hormonas hipofisarias, lo que lleva a síndromes específicos como la enfermedad de Cushing (exceso de cortisol), acromegalia (exceso de hormona del crecimiento) o prolactinoma (exceso de prolactina). Los síntomas varían según la hormona afectada y pueden incluir cambios en el peso, alteraciones menstruales, problemas de visión o crecimiento anormal de manos y pies.
  • Tumores no funcionantes: aquellos que no producen hormonas en exceso, pero pueden causar síntomas al crecer y comprimir estructuras cercanas, como el quiasma óptico, lo que resulta en problemas de visión (pérdida de visión periférica o visión doble). También pueden afectar la función de la hipófisis al desplazar las células productoras de hormonas, llevando a deficiencias hormonales. 

El diagnóstico temprano es crucial y a menudo implica una combinación de pruebas de imagen (resonancia magnética), análisis de sangre para medir los niveles hormonales y evaluaciones oftalmológicas. La complejidad de estos tumores subraya la necesidad de un enfoque multidisciplinar en su manejo.

Cirugía endoscópica: procedimiento paso a paso

La cirugía endoscópica transnasal para tumores hipofisarios es un procedimiento altamente especializado que se realiza bajo anestesia general. El proceso se lleva a cabo con la máxima precisión y se puede desglosar en varias etapas clave:

  1. Acceso nasal: el cirujano, a menudo en colaboración con un otorrinolaringólogo, introduce un endoscopio (un tubo delgado y flexible con una cámara de alta definición y una fuente de luz) a través de una de las fosas nasales. No se realizan incisiones externas en la cara.
  2. Navegación guiada por imagen: utilizando sistemas de navegación avanzados, similares a un GPS quirúrgico, el equipo médico guía el endoscopio a través de los senos paranasales (cavidades de aire detrás de la nariz) hasta llegar al hueso esfenoides, que se encuentra en la base del cráneo, directamente debajo de la hipófisis.
  3. Apertura del hueso esfenoides: se realiza una pequeña abertura en el hueso esfenoides para acceder a la silla turca, la estructura ósea que alberga la glándula pituitaria y el tumor. Esta apertura es lo suficientemente grande para permitir el paso de los instrumentos quirúrgicos, pero lo suficientemente pequeña para minimizar el trauma.
  4. Extirpación del tumor: a través del endoscopio, se introducen instrumentos microquirúrgicos especializados. El cirujano visualiza el tumor en una pantalla de alta resolución y lo extirpa cuidadosamente, preservando al máximo el tejido hipofisario sano y las estructuras nerviosas circundantes, como el quiasma óptico. La visión ampliada y la iluminación directa que proporciona el endoscopio son fundamentales para esta precisión.
  5. Reconstrucción: una vez extirpado el tumor, se reconstruye la base del cráneo para prevenir fugas de líquido cefalorraquídeo y otras complicaciones. Esto puede implicar el uso de injertos de tejido del propio paciente (por ejemplo, grasa o fascia del muslo) o materiales sintéticos. [

Este enfoque meticuloso y mínimamente invasivo es lo que distingue a la técnica endoscópica y contribuye a sus excelentes resultados.

Beneficios frente a la cirugía convencional

Las ventajas de la técnica endoscópica son numerosas y han sido ampliamente documentadas en la literatura médica. En el Instituto Arráez, hemos observado que estas incluyen:

  • Menor invasividad: al no requerir una craneotomía (apertura del cráneo), se reduce significativamente el trauma quirúrgico. Esto se traduce en incisiones más pequeñas, menor daño a los tejidos circundantes y una menor cicatrización visible.
  • Menos dolor postoperatorio: la reducción del trauma se asocia directamente con una disminución del dolor después de la cirugía, lo que a menudo permite una menor dependencia de analgésicos potentes.
  • Estancia hospitalaria más corta: los pacientes suelen recuperarse más rápidamente y pueden ser dados de alta del hospital en un período de tiempo significativamente menor en comparación con la cirugía abierta, a menudo en tan solo unos pocos días.
  • Recuperación más rápida: el retorno a las actividades diarias y laborales es considerablemente más rápido, lo que permite a los pacientes reincorporarse a su vida normal en un plazo más breve.
  • Mejor visualización del campo quirúrgico: el endoscopio proporciona una visión ampliada, de alta definición y con iluminación directa del tumor y las estructuras adyacentes. Esto permite una extirpación más completa del tumor, incluso en áreas de difícil acceso, y una mayor preservación de los tejidos sanos.
  • Menor riesgo de complicaciones: y es que la precisión de la técnica endoscópica y la minimización del trauma reducen el riesgo de complicaciones intraoperatorias y postoperatorias, como hemorragias, infecciones o daños a estructuras nerviosas vitales. 

Tiempo de recuperación y resultados esperados

El tiempo de recuperación tras una cirugía endoscópica de tumores hipofisarios es generalmente más corto y menos complejo que con la cirugía abierta. Inmediatamente después de la cirugía, los pacientes son monitorizados de cerca para asegurar una recuperación sin incidentes. La mayoría de los pacientes pueden esperar:

  • Alta hospitalaria temprana: como se mencionó, muchos pacientes pueden irse a casa en 2-4 días, dependiendo de la complejidad de la cirugía y su estado general de salud.
  • Alivio de los síntomas: los pacientes suelen experimentar una mejora significativa de sus síntomas en poco tiempo, especialmente aquellos relacionados con la compresión del quiasma óptico (problemas de visión) o la producción hormonal excesiva.
  • Normalización hormonal: en el caso de tumores funcionantes, la extirpación exitosa puede llevar a la normalización de los niveles hormonales, lo que a su vez resuelve los síndromes asociados.
  • Mejora de la calidad de vida: el objetivo final es restaurar la calidad de vida del paciente, permitiéndoles retomar sus actividades diarias, laborales y sociales con mayor normalidad y sin las limitaciones impuestas por el tumor. 

Es importante destacar que la recuperación completa puede llevar varias semanas o meses, y se pueden requerir seguimientos regulares con el equipo médico para monitorizar los niveles hormonales y realizar pruebas de imagen para asegurar que el tumor no reaparezca.

Casos en los que no se recomienda

Aunque la técnica endoscópica es altamente efectiva y se considera el enfoque de primera línea para la mayoría de los tumores hipofisarios, existen situaciones específicas en las que podría no ser la opción más adecuada o donde se prefieren otros enfoques quirúrgicos o tratamientos complementarios. Estos incluyen:

  • Tumores de gran tamaño con extensión significativa: cuando el tumor es excepcionalmente grande y se ha extendido a áreas críticas del cerebro que no son accesibles a través de la vía transnasal, como los lóbulos temporales o el tronco encefálico, la cirugía abierta (craneotomía) puede ser necesaria para una extirpación segura y completa.
  • Anatomía nasal o sinusal desfavorable: en algunos pacientes, la anatomía de las fosas nasales o los senos paranasales puede ser demasiado estrecha o presentar anomalías que dificulten el acceso seguro del endoscopio y los instrumentos quirúrgicos. En estos casos, se evalúan alternativas.
  • Tumores con características invasivas específicas: ciertos tipos de tumores hipofisarios pueden ser muy invasivos y adherirse firmemente a estructuras vasculares o nerviosas importantes, lo que hace que la extirpación completa por vía endoscópica sea más desafiante o riesgosa. En estos escenarios, se puede optar por una combinación de enfoques o tratamientos adyuvantes como la radioterapia. 

La decisión sobre el enfoque quirúrgico más adecuado siempre se toma de forma individualizada, tras una evaluación exhaustiva por parte de un equipo multidisciplinar de especialistas, incluyendo neurocirujanos, endocrinólogos, radiólogos y oftalmólogos. En el Instituto Arráez, nos aseguramos de que cada paciente reciba el plan de tratamiento más apropiado para su condición específica.

En el Instituto Arráez, te invitamos a solicitar una cita con nuestro equipo de neurocirugía para valorar tu caso de forma personalizada y ofrecerte las soluciones más avanzadas y adecuadas a tus necesidades.

Solicita tu cita o contacta con nosotros.

Estaremos encantados de resolver cualquier duda o comentario que desees trasladarnos.