Hidrocefalia: cómo reconocer los síntomas y opciones de tratamiento para esta afección neurológica
Hidrocefalia: cómo reconocer los síntomas y opciones de tratamiento para esta afección neurológica.
La hidrocefalia es una afección neurológica que se produce cuando el líquido cefalorraquídeo (LCR) que rodea el cerebro y la médula espinal no se drena adecuadamente. Esta acumulación de líquido puede causar daño cerebral y provocar una serie de síntomas graves. En este artículo, discutiremos qué es la hidrocefalia, sus causas y síntomas, y las opciones de tratamiento disponibles para aquellos que han sido diagnosticados con esta afección.
¿Qué es la hidrocefalia?
La hidrocefalia es una afección neurológica en la que el líquido cefalorraquídeo (LCR) que rodea el cerebro y la médula espinal no se drena adecuadamente. Este líquido es producido continuamente en los ventrículos cerebrales y debe ser drenado regularmente para evitar una acumulación excesiva que pueda dañar el cerebro. La hidrocefalia puede ser congénita (presente al nacer) o adquirida (desarrollada más tarde en la vida).
Causas y síntomas de la hidrocefalia
Las causas de la hidrocefalia pueden variar dependiendo de si la afección es congénita o adquirida. En los bebés recién nacidos, la hidrocefalia puede ser causada por una variedad de factores, como defectos congénitos, infecciones intrauterinas, hemorragias cerebrales o lesiones durante el parto. En los adultos, la hidrocefalia adquirida puede ser causada por lesiones cerebrales, tumores cerebrales, infecciones, accidentes cerebrovasculares, hemorragias cerebrales o trastornos del sistema nervioso central.
Los síntomas de la hidrocefalia pueden variar dependiendo de la edad del paciente y de la gravedad de la afección. En los bebés y niños pequeños, los síntomas pueden incluir un aumento en el tamaño de la cabeza, vómitos, letargo, falta de interés y atención, convulsiones y retraso en el desarrollo. En los adultos, los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, vómitos, visión borrosa, problemas de equilibrio y coordinación, cambios en el comportamiento y problemas de memoria y concentración.
Diagnóstico y tratamiento de la hidrocefalia
El diagnóstico de la hidrocefalia generalmente se realiza mediante una resonancia magnética (MRI) o una tomografía computarizada (TC) del cerebro para evaluar la acumulación de líquido cefalorraquídeo. También puede ser necesaria una punción lumbar para medir la presión del líquido cefalorraquídeo y obtener una muestra para su análisis.
